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"Aprende a sufrir disfrutando"

jueves, septiembre 17

La vida es bella

DEL POTRO LLEGO CON EL TITULO DE CAMPEON DEL ABIERTO DE ESTADOS UNIDOS Y SIGUIO VIVIENDO EMOCIONES FUERTES


Cuando subió al avión de American Airlines que partía desde el aeropuerto John Fitzgerald Kennedy de Nueva York rumbo a Buenos Aires a las 22.20, una ovación invadió sus oídos. Fue un anticipo del revuelo que viviría en Ezeiza pasadas las 10. Así de ruidosa será la vida bella de Juan Martín Del Potro por estos dulces días de victoria. El campeón del Abierto de Estados Unidos regresó a casa después de su conquista y pasó de la euforia de amigos y seguidores, a una tranquila conferencia de prensa en un hotel, al descanso y a la cena. Su vuelta triunfal a Tandil aún no tiene fecha: será hoy o mañana y allí le darán la "Llave de la Ciudad".

Todo estaba dispuesto para que Del Potro tuviera un primer encuentro con la prensa en Ezeiza. Pero cuando dio unos pasos hacia ese sector armado para la ocasión, lo rodearon aficionados y también empleados de la terminal. El tandilense mantuvo su sonrisa y firmó autógrafos y se sacó fotos con la gente. "Esto es una locura", dijo cuando además se agregaron los periodistas. Entonces la policía Aeronáutica lo ayudó a ingresar a una camioneta que lo llevó hacia el hotel Intercontinental.

Cerca de las 13.30 ingresó a la sala ubicada en el segundo subsuelo con una remera turquesa que sobresalía en sus casi 2 metros. Modesto Vázquez, capitán de Copa Davis, sentado adelante, fue el primero en levantarse para aplaudir al campeón. Aplausos que se multiplicaron cuando la Asociación Argentina de Tenis (AAT), mediante su presidente Enrique Morea, le dio una plaqueta. "Es un orgullo para todos los argentinos tenerte como campeón y por el ejemplo para todos que nos das dentro y fuera de la cancha", dijo Arturo Grimaldi, vice de la AAT.

Del Potro, con mucha tranquilidad, habló casi dos horas con los enviados nacionales e internacionales. Aunque esa tranquilidad se mezcló con el cansancio. "Hace tres días que no duermo", dijo el quinto del mundo, quien además estaba preocupado porque a eso de las 15 sólo había comido una medialuna. "Previo a la final hasta antes de subir al avión para volver, bajé tres kilos. Luego de ese partido cené poco y al otro día no tuve tiempo de nada. En el avión comí algo y ni hambre tengo", contó.

Pese al desgaste de responder ante unas 200 personas, Del Potro tuvo tiempo para contar con claridad sobre sus nervios en la previa al choque con Federer. "La noche anterior me quedé chateando hasta muy tarde con amigos. Les decía que me bancaran porque no me podía dormir. Alguno me dijo: 'Pero me tengo que levantar muy temprano para ir a la Facultad'".

Luego su relato siguió así: "Entre las 2 y las 3 me agarró sueño, me dormí pero a las 7.30 ya estaba despierto. En el desayuno no probé ni una tostada, en el camino al club no hablé una palabra y en el precalentamiento estaba duro. Franco me dijo: 'Tranquilo, tenés que disfrutar esta final'".

Cuando se sentó en una mesa redonda ante los medios gráficos, el hincha de Boca ("Hoy no voy a la cancha", anticipó) contestó sobre cómo manejó la fobia a los ascensores luego de haber quedado atrapado en uno en Melbourne, durante una hora y media antes de su debut en el Abierto de Australia y más teniendo en cuenta que el martes subió al Empire State con la copa. "Ahora ya me manejo solo. Pero cuando llegamos al piso 80 ya no quería saber nada. Luego fuimos hasta el 86 donde hicimos unas fotos y luego, al 102. Ahí abrieron una puerta y nos llevaron al 103. Imaginate lo que fue", relató. Justamente, sobre la copa comentó: "Me dijeron que va a tardar unos días. La estoy esperando para ponerla al lado de la cama".

Dijo que lagrimeó con mails de sus amigos y que hasta Manu Ginóbili lo felicitó. Y que cuando habló con sus padres por primera vez lloraron de ambos lados: "Tuvimos que cortar", dijo.

Luego descansó mientras se conjeturaba sobre su visita a la Casa Rosada a las 18 para que lo recibiera Cristina Kirchner. Pero el encuentro no se produjo aunque la presidenta se comunicó telefónicamente con él y le dijo que "hiciste muy felices a los argentinos" a lo que Del Potro le respondió que "fue el día más feliz de mi vida. La charla, entonces, tomó otros carriles no tan deportivos y Kirchner le aseguró que "cuando tengas un hijo también será el día más feliz de tu vida". Hoy la Legislatura porteña, en tanto, aprobará su nombramiento como Personalidad Destacada del Deporte. Para seguir creyendo que la vida es bella...

Fuente:http://www.clarin.com/diario/2009/09/17/deportes/d-02000450.htm

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